No cabe ninguna duda de que Sebastián Córdova es uno de los mejores jugadores que tiene el Club América en su plantilla y uno de los proyectos más interesantes que puede poseer la Selección Mexicana. Sin embargo, en los últimos meses no se ha destacado con las Águilas como sí lo hizo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, algo que no mantiene conforme a sus fanáticos.

El mediapunta de 24 años heredó el importante dorsal 10 del Azulcrema para esta temporada, pero claramente no ha estado a la altura en cuanto a rendimiento y ha sido muy tundido por la afición. Además, para sumarle a su mal momento, ha protagonizado distintos actos fuera del campo de juego que le están colmando la paciencia a los directivos. ¿De qué se trata?

Tal como indicó Mediotiempo para la columna de Toque Filtrado, Sebastián Córdova "anda en plan de diva en el América". "No solo le está colmando la paciencia a la directiva con sus actitudes, sino también decepcionando a algunos aficionados que lo han buscado para tomarse fotos o pedirle un autógrafo, ante lo cual el “10” azulcrema simplemente se niega",sostuvo el portal mencionado.

Seba Córdova decepciona a directivos y fanáticos (Imago 7)

Seba Córdova decepciona a directivos y fanáticos (Imago 7)

Más adelante detalló: "El último de sus desplantes fue después del juego contra Santos hace un par de jornadas, cuando después de ser el héroe anotando el gol del triunfo sobre el final del encuentro salió de los vestidores del Azteca y le pidió a la gente de seguridad del estadio que lo escoltaran hasta su coche". Con esto, evidentemente, quería evitar que nadie se le acerque hasta irse del Estadio.

"Córdova no quería que alguien se le acercara, por lo que algunos niños que lo vieron cerca de su auto sintieron la decepción cuando el jugador ni siquiera los volteó a ver y les cerró la puerta sin atenderlos", sentenció la columna. Queda claro que, además de corregir algunas cuestiones futbolísticas, Sebastián también deberá ver qué está haciendo bien y qué está haciendo mal fuera del campo de juego, en donde a veces las actitudes desinteresadas toman más importancia, tanto para cualquier tipo de fanático o hasta el máximo directivo del club.