En medio de un caos, Cabecita Rodríguez llegó este martes 28 de junio a la Ciudad de México. Decenas de aficionados y medios de comunicación asistieron a recibirlo, llevándose una muy mala impresión.
Por órdenes del Club América o por voluntad del jugador, no existió contacto alguno con los asistentes, con el jugador emprendiendo una carrera desde la saladel aeropuerto hasta una camioneta que lo trasladó.
Medios de comunicación y aficionados persiguieron al uruguayo para recibir una declaración o una foto. Lógicamente, su intento fracasó, y así regresaron a casa decepcionados por una llegada bastante fría.
Un aficionado sí se mostró bastante molesto, y gritó frente al Cabecita “ni que fuera Messi“, algo que por la cercanía seguramente el charrúa escuchó y que sacó las risas de algunos asistentes al aeropuerto de la Ciudad de México.
Inmediatamente entrenó
Unas horas después de su alborotada llegada, el exCruzCruz Azul se puso a las órdenes de Fernando Ortíz, entrenando por primera vez en Coapa. Se ve muy difícil que tenga actividad en el partido de este sábado 2 de julio ante Atlas.