Jessica McCaskill tuvo su primera presentación desde que firmó con MatchRoom Boxing este sábado en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, defendiendo su campeonato mundial indiscutible de peso wélter en la cartelera que estelarizan Devin Haney y Josep Díaz.

La retadora a los cuatro grandes cinturones fue la canadienseKandi Renae Wyatt, dueña de un récord de 10 victorias y 3 derrotas que no parecían ponerla a la altura de una pelea con tanto en juego. Y más allá de su resistencia para soportar el castigo de la campeona, no lo estuvo.

McCaskill dominó a lo largo de los siete asaltos que duró el combate, encontrando blancos con facilidad, tanto a la cabeza como al cuerpo, y sin ponerse en peligro ante la posibilidad de un contragolpe de su rival, que agotada por la paliza fue soltando cada vez menos las manos.

Un episodio curioso que se vivió durante la pelea fue cuando en el descanso posterior al quinto asalto, la esquina de la campeona mundial le pidió recurrir a “el gancho de Canelo Álvarez para desgastar a su rival golpeándola en las zonas blandas.

McCaskill hizo caso y golpeó con dureza el hígado de Wyatt, mostrando que domina muy bien el gancho. Aunque la pelea se definió tras dos golpes limpios al rostro, sin oposición de Wyatt, que llevaron al árbitro a tomar la decisión de dar por finalizadas las acciones por entender que más castigo podía poner en riesgo la integridad física de una luchadora canadiense que tenía la pelea perdida desde hace tiempo.