El Gran Premio de Australia parecía ser una pesadilla para Checo Pérez, que debió abandonar en la clasificación del sábado y se vio obligado a largar desde el último lugar de la parrilla. Sin embargo, el mexicano se hizo fuerte y logró remontar varias posiciones, hasta terminar en un más que aceptable quinto lugar.

El piloto mexicano que representa a Red Bull aprovechó la cantidad de eventos que sucedieron en Australia, donde la carrera se debió relargar hasta en cuatro ocasiones debido a distintos despistes. En el último reinicio, a falta de solo dos vueltas, se desató el caos y hubo vacios incidentes.

Checo Pérez reflexionó acerca de la carrera pero le lanzó un fuerte dardo a la FIA: “Sí, era necesario parar porque hubo muchos incidentes. Al final hubo caos y era necesaria la bandera roja. El último reinicio fue peligroso, en primer lugar por la vuelta de calentamiento y en segundo porque no podíamos ver nada. No podemos competir en esas condiciones. Un día habrá un gran accidente si no podemos ver nada”, se quejó el tapatío de 33 años.

Misión cumplida

Pese a lo difícil que resultó la carrera, Checo Pérez se mostró contento por poder remontar en Australia: “El objetivo era un control de daños y es lo que hemos conseguido hoy. Fue un gran, gran lío con el tren de DRS al principio, tenía que tomar mucho más riesgo si quería hacer algo más de progreso y probablemente no habría terminado la carrera o probablemente podría haber terminado un poco más arriba”, reflexionó.