Aunque muchos creyeran que el ser Campeón del Mundo es un momento para celebrar, las cosas no fueron tan sencillas para el actual monarca de la Formula 1, Max Verstappen, quien después de arrebatarle la hegemonía a Lewis Hamilton, no la pasó nada bien, pues de acuerdo a su madre, Sophie Kumpen, reveló que pasó por mucho estrés, lo que lo llevó a preferir quedarse en casa con su familia.

“Vino a casa unos días después de ganar y estaba absolutamente acabado. Estaba mentalmente exhausto y solo quería estar en casa. Le preparé comida y pasamos unos días agradables y tranquilos juntos”, declaró Sophie a la revista Heroes, a quienes confesó que también fue un momento más que emocionante el vivir en familia la final que se vivió en Abu Dhabi en el que Verstappen y Hamilton protagonizaron una épica batalla por el título.

De acuerdo a la progenitora de Verstappen, el nivel de estrés que vivió el volante titular de Red Bull Racing fue inverosímil en este instante donde le arrebató el título a Hamilton: “El nivel de estrés era casi demasiado para gestionarlo. Cuando salió el coche de seguriad, su hermana Victoria me envió un mensaje de texto diciendo: ‘Con todas tus velas encendidas y ángeles, si no hay un milagro ahora, ¡me voy a enfadar mucho contigo!'”.

Kumpen, quien también fue piloto, reconoció que a pesar de estar acostumbrada y vivir en carne propia la adrenalina del deporte motor, confesó que cada vez que corre Max prende una veladora y pide por la seguridad de su hijo: Cada vez que se ponen el casco, hay un riesgo. Por eso todos los jueves antes de la carrera, voy a la iglesia cerca de mi casa y enciendo una vela para protección y para que vaya bien. ¡Eso son cerca de 250 velas por todos los años que lleva compitiendo!”.