Pachuca quedó eliminado del Mundial de Clubes 2025 al perder por 3-1 frente a Real Madrid en Charlotte, Carolina del Norte. Pese a contar con varias chances para ponerse en ventaja, los Tuzos sufrieron su ineficacia y los merengues no perdonaron pese a encontrarse en desventaja numérica por la expulsión de Raúl Asencio a los siete minutos del primer tiempo.
Uno de los momentos más tensos del encuentro ocurrió sobre su finalización. En ese momento, Gustavo Cabral se puso cara a cara con Antonio Rüdiger, quien denunció insultos racistas por parte del capitán de los Tuzos. Por ello, el árbitro brasileño Ramon Abatti cruzó sus brazos a la altura de las muñecas activando así el protocolo antirracista de la FIFA.
Una vez terminado el encuentro, Jaime Lozano, entrenador del conjunto hidalguense, compareció en conferencia de prensa y fue consultado acerca de este incidente. Al respecto, el ex DT de la Selección Mexicana aseguró que no estaba al tanto de esta situación, aunque defendió a su futbolista de las acusaciones.
“Me entero ahora. He hablado con Cabral, pero no de esto. No puedo comentar nada porque me acabo de enterar. Hablaré con él, pero lo conozco y nunca ha pasado algo así. Puedo poner las manos en el fuego por mi capitán”, manifestó Lozano.
Gustavo Cabral reveló qué le dijo a Antonio Rudiger
Posteriormente, fue el propio jugador de Pachuca quien dio su versión de los hechos. Al hablar con los medios de comunicación en la zona mixta, el argentino de 39 años indicó que no profirió ningún insulto racista contra el defensa alemán, sino que lanzó un epíteto que, según dijo, es común en su país.
“No hubo nada racista. Le dije cag*n de mierd*, como decimos en Argentina, solo eso”, comentó. Además, agregó; “Hubo un forcejeo, recibo una patada, él dice que le pego con la mano, discutimos. Pero nada más. El árbitro hace la seña de racismo, pero yole repetí lo mismo todo el tiempo: ‘cag*n de mierd*’. No hay sanción por decir eso, es una palabra, punto. No tiene otra intención”.
Finalmente, brindó detalles de lo sucedido camino a los vestidores. “Me decía ‘te veo afuera’, hacía señas para pelear. Yo también estaba caliente, íbamos por el túnel discutiendo, pero no pasó de ahí. Mis compañeros y lo suyos estaban al lado. Le dije lo mismo una y otra vez”.
