La relación entre Julio César Chávez y los campeones del mundo mexicanos siempre ha sido muy buena porque hay una recíproca admiración por lo que han logrado. Por otro lado, Erik Morales contó que una vez el César del Boxeo le dijo que lo iba a llevar a rehabilitación luego de hacer un chiste con una cerveza en la mano. 

La historia marca que el nacido en Obregón se ubicó como uno de los mejores peleadores de la historia nacional a base de nocauts, grandes batallas y victorias épicas. También marca que las adicciones marcaron el límite un de peleador que por ahí pudo hacerle más frente a Óscar de la Hoya, no perder el invicto con Frankie Randall y que su retiro haya sido de otra manera. 

A pesar de esto, Julio César Chávez es un referente para todos los campeones del mundo, pero no tanto para Erik Morales ya que confesó, en Un Round Más, que comenzó a seguir en los años noventa. Además, comentó que respeta más César persona que al boxeador ya que el primero busca ayudar recuperar a personas del calvario de las adicciones. 

Por otra parte, el Terrible Morales contó una divertida anécdota en la que le hace una broma al nacido en Obregón con una cerveza. “Un día vamos en un avión de una aerolínea americana donde no te asignan asientos y te puedes sentar donde sea. Yo iba un poco enfrente y él iba atrás con su esposa, y yo iba con la mía en ese tiempo”, comenzó el excampeón del mundo.

Y cerró: “Ibamos para Las Vegas. Ya había pedido yo una cerveza, me la trajeron y volteé a verlo y vi donde estaba. Le dije: ¡Julio! ¡Salud! Y me empiné la cerveza. Yo sabía que él estaba ya rehabilitado. Y me dice: '¡Te voy a llevar a un centro de rehabilitación, cabrón!'”. Por otra parte, Morales contó que fue el padrino del cumple años de 15 de la hija de Chávez y que desde aquella vez le ha tenido mucho respeto a su persona.