Después de sacudirse con munición pesada en redes sociales y en las distintas ruedas de prensa de promoción de la pelea, aunque sin haber estado nunca cara a cara, el combate entre Jake Paul y Tommy Fury previsto para el 18 de diciembre en la Amalie Arena de Tampa no sucederá.

 

 

Esto tiene que ver con la notificación de un problema médico que llegó desde el campamento del invicto peleador británico, hermano del campeón mundial de peso pesado del CMB Tyson Fury, que lo obligó a poner fin a los entrenamientos de preparación y a bajarse definitivamente de la pelea cuando solo faltaban 12 días para la misma.

 

Para no quedarse sin el combate estelar de un evento de Pay Per View que prometía una recaudación millonaria, desde ShowTime estuvieron rápidos para conseguir un reemplazo para Tommy Fury, que no será otro que Tyron Woodley, dando así lugar a la revancha que tanto había reclamado el excampeón de UFC.

 

"Cuando mi equipo me despertó el viernes para decirme que Tommy se retiraba, les dije que estaba listo para pelear contra cualquiera el 18 de diciembre. Troy, Trey, Trevor, Travis. Me importa un carajo quién sea. Entonces, como predije, Tommy Fumbles y Tyron están allí para recogerlo, intervenir y, por contrato, recibirá $ 500,000 adicionales si me noquea. La primera vez lo superé. Esta vez voy a castigarlo y no dejaré dudas", expresó Jake Paul.

Tyron Woodley había finalizado el enfrentamiento entre ambos convencido de haber hecho el mérito suficiente como para haber sido él quien se llevara la victoria en las tarjetas de los jueces, exigiendo tener una revancha inmediata para demostrar quién era en realidad el mejor de los dos.