El Deportivo Toluca no está pasando por un buen momento y esto es de público conocimiento. Tanto en lo futbolístico como en lo institucional, el club presenta distintos inconvenientes que debe resolver lo más pronto posible para que sus fanáticos dejen de sufrir las consecuencias. En el primer apartado Ignacio Ambriz será el encargado de vestirse de bombero y apagar el fuego; mientras que en el segundo la cúpula dirigencial no está dando buenas señales.

En el último tiempo ha habido muy malos manejos administrativos por parte de los máximos directivos, algo que se ha visto reflejado en los resultados deportivos y en distintos despidos (el de Hernán Cristante, por ejemplo). Ya te hemos platicado de la introducción de Jacobo Benazillo en los Diablos Rojos: tomó el puesto de Director Operativo y está imponiendo mano dura con el aval de Francisco Suinaga. Pero el problema nació más arriba...

Tal como reveló el Francotirador de Récord hace instantes, la crisis inició en el Toluca por Valentín Diez. El dueño del club "no está bien de salud", razón por la que ya no hace apariciones públicas y apenas se lo ve en privado. Según la información del columnista, ya no participa en las decisiones de la institución y "ha delegado a un ‘Patronato’ la responsabilidad". Esto explica mucho de lo que está sucediendo. 

"Don Valentín tiene una persona que funge como su brazo derecho, el abogado Arturo Pérez Arredondo, apoderado legal en varios de sus negocios, y quién encabeza ahora a la junta que rige los destinos de los Diablos. El caso es que sin un miembro de la familia Diez en activo, se ha convertido en un caos el equipo choricero, con grilla en varios niveles y sin certidumbre de qué sucederá en con el club cuando falte don Valentín", añadió la fuente.

Claro, Valentín no tuvo hijos para que hereden los derechos del conjunto escarlata, por lo que es una incógnita saber qué sucederá con el Toluca en el futuro cercano. Nunca quiso vender, y hoy está sufriendo las consecuencias: el club cada vez tiene un valor más bajo por falta de títulos y por lo cerca que está de los últimos puestos en la tabla de cocientes. El dueño ya no puede dirigir el Infierno, con lo que inició un caos que nadie puede frenar.