La noticia de que el futbol mexicano regresará a los torneos largos ha sido bien recibida por muchos nostálgicos. En contraste, algunos quisieran que se quedaran en el pasado porque les traen malos recuerdos. A algunos aficionados de Tigres, por ejemplo, les provoca dolor. Y no es para menos. 

Mientras que la llegada de los torneos cortos permitió escribir una historia de esplendor y éxito para la institución felina, los torneos largos no son tan gratos para su causa. Hay seguidores del club que todavía no olvidan lo que ocurrió en la última temporada de 34 jornadas. Es la manchita que otras aficiones les recuerdan para decirles que no son grandes. 

 

En la temporada 1995-1996, Tigres fue víctima de la incomprensible tabla de cocientes de aquellos años y descendió. La famosa “porcentual’, que durante muchos años nadie entendió por lo complicado de sumar y restar el puntaje a partir de los equipos que ascendían, le pasó factura a los felinos. Perdieron la categoría a dos jornadas de culminar el torneo. Descendieron en su propia cancha ante el acérrimo rival, Rayados.

Víctor Manuel Vucetich, actual entrenador del Monterrey, era el director técnico de Tigres en ese entonces. Ni su varita mágica como Rey Midas pudo salvar al club de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En términos generales, los felinos no tuvieron una mala campaña. Por el contrario. En uno de esos sucesos increíbles del futbol mexicano, se les permitió disputar el título de liga pese a estar descendidos. Es decir, Tigres pudo ser campeón de primera división y descender en la misma temporada. 

Tigres clasificó a la Liguilla después de dejar en el Repechaje al León con global de 5-4. En Cuartos de final se topó al Necaxa y le complicó la vida en el Estadio Azteca, sin embargo cayó con global de 2-1 para despedirse del máximo circuito. Pese al buen trabajo de Vucetich en esa temporada, aficionados felinos no le perdonan haber sido el timonel de la tragedia. ¿Será que con el retorno de los torneos largos se repita una historia similar?