La justicia divina parece que por fin ha llegado a la vida del guardameta de Santos Laguna, Carlos Acevedo, quien después de levantar tantas veces la mano para ser llamado por Gerardo “Tata” Martino, sus suplicas fueron escuchadas y ahora es parte de la Selección Mexicana en lo que será la última fecha FIFA de cara a la Copa del Mundo de Qatar 2022 después de que se lesionara el experimentado, Jonathan Orozco.

A pesar de que no fue la forma ideal para Acevedo de ser tomado en cuenta por parte del entrenador albiceleste, este tipo de sucesos no le son ajenos al futbolista de Santos Laguna. Desde que inició su carrera el cancerbero de los santistas buscó tirar la toalla en múltiples ocasiones, pero hubo una en particular que lo llevó a tener un golpe de suerte que lo hizo reflexionar además de que le dio el impulso que él necesitaba para continuar.

 

El imbatible Acevedo se encontraba como parte de la categoría Sub-17 de los Laguneros, en donde a Carlos ya le habían vaticinado que podría ser la próxima baja de los Guerreros, pues ya no entraba en los planes del club, pero gracias a un accidente automovilístico su suerte cambió. En un percance que sufrió el equipo, los dos porteros Sub-17 resultaron lesionados, sitio en el que justo por estas decisiones Acevedo no estaba con ellos.

 

Ante este panorama, el actual guardameta de Santos recibió una inesperada llamada para pedirle que siguiera en el equipo pese a la posible decisión de salir. Esto fue lo único que Acevedo necesitaba para que tuviera el impulso esperado que al final fue la decisión que lo llevó a escalar hasta el primer equipo y que lo hizo debutar en agosto de 2016, ubicándolo ahora como el arquero indiscutible de los laguneros y siendo parte del Tri.

 

Previo a esto, el jugador de los Guerreros ya tenía en la mente su salida del equipo, igual que cuando tenía tan sólo 15 años de edad, cuando él quería jugar y demostrar sus habilidades en el campo de juego, pero todo fue más complicado de lo esperado. Acevedo intentó mostrarse en las inferiores de Santos muchas veces, pero no era tomado en cuenta, se decía que, por su baja estatura, por lo que empezó a desesperarse, pero este golpe de suerte lo hizo no volver a pensar en esa posibilidad de colgar los botines.