Compton es una de las zonas más pobres en la ciudad de Los Angeles, California, en la costa oeste de Estados Unidos. Allí nacieron, se criaron y formaron Serena y Venus Williams, las hermanas todopoderosas del tenis mundial. Hijas de Richard (79 años), un obsesivo, terco y hasta agresivo hombre con el mundo, con lo ajeno al mundo de su familia. Él es, en gran medida, el responsable del surgimiento, la formación y el mantenimiento de las hermanas Williams en el pináculo del tenis mundial. En otras palabras, de cincelar a mano alzada a “dos Mozart”, tal como decía el propio Richard Williams.
Tan globales como colosales fueron las hermanas estadounidenses que reinaron a sus anchas durante casi 20 años en uno de los deportes individuales más difíciles y complejos del entramado deportivo que, ahora, Warner Bros. decidió llevar a la pantalla grande la vida de ese hombre que colaboró en la génesis de dos de las deportistas más importantes de todos los tiempos que se criaron en un entorno no acostumbrado a tener tenistas afroamericanas. Y, mucho menos, en lo más alto y durante tanto tiempo.
Richard Williams, junto con sus hijas Serena y Venus
Rey Richard: Una familia ganadora (King Richard, 2021) es la película dirigida por Reinaldo Marcus Green (Monsters and Men), que se estrena el 2 de diciembre y que relata la vida de la familia Williams. Richard Williams (14 de febrero de 1942), su esposa Oracene Price y sus cinco hijas salieron al mundo desde un modesto hogar modesto en el que Serena y Venus fueron preparadas por su padre y lograron dar el gran salto al estrellato deportivo.
Will Smith encarna el rol de Richard y muestra las distintas facetas de un hombre decidido y sagaz que debe sortear distintas dificultades (muchas, económicas) para llevar a buen puerto el proyecto ideado para sus hijas. En el film, Venus y Serena cursan los 14 y 12 años. Sin dudas, una época compleja para competir y crecer en medio de la adolescencia. Y, sobre todo, en medio de la trituradora deportiva estadounidense que expone a una picadora humana a sus jóvenes talentos. Muchos, claro, que no están en condiciones físicas ni mentales de ser sometidos a tan cruel maquinaria. Las actrices Saniyya Sidney y Demi Singleton hacen de Venus y Serena, respectivamente, y logran emular el aspecto y la gestualidad corporal de las dos grandes campeonas. Para ello, miraron muchos partidos y videos de las hermanas y pudieron conversar con las hermanas para, así, lograr una personificación muy próxima con las protagonistas reales.
Año 1992, Serena y Venus Williams junto con Richard, su padre (Getty)
En una nota con el diario La Nación, Reinaldo Marcus, director de la película, dijo: “Por suerte contamos con Will [Smith] para el rol del padre. Will estuvo comprometido desde un principio con la película y por suerte también contamos con el apoyo de la familia. Tanto Venus como Serena estuvieron en contacto con la producción [N. de la R. Isha Price, una de las hermanas de las tenistas, fue productora del film] y Venus directamente leyó el guion. También la madre, Oracene, estuvo en contacto con nosotros. El objetivo fue siempre hacer una película lo más realista posible”. Y agregó: “El gran descubrimiento que tuve fue saber lo funcional que toda la familia resultó para la carrera de ambas. Las cinco hermanas recogían pelotitas, todas iban a ver jugar a Serena y Venus, todas viajaban juntas en la van, incluso haciendo los deberes allí. Fue un asunto completamente familiar. Me interesó bucear en esos espacios”.