La polémica sigue. No se detiene. La videollamada de hace unos días que mantuvo el Comité Olímpico (COI) con Peng Shuai, al parecer, no fue suficiente para cerrar el caso de la tenista, cuyo paradero era desconocido durante varias semanas luego de denunciar agresiones sexuales del ex viceprimer ministro de su país Zhang Gaoli. 

La Women's Tennis Association (WTA) se mostró preocupada sobremanera por el estado de la tenista y, por ello, este miércoles anunció que suspendía los torneos en China. Semejante decisión provocó reacciones desde el gigante asiático. “China se opone a la politización de los deportes”, dijo Wang Wenbi, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.

 

Asimismo, la WTA pidió garantías del bienestar de Peng y pidió una exhaustiva investigación para esclarecer los supuestos abusos sexuales del ex viceprimer ministro de su país. Además, la WTA informó que la entidad estaba preocupada por la seguridad de otros jugadores.

En suma, la postura adoptada por la WTA llega en un momento delicado para China, ya que Pekín se está preparando para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno, del próximo 4 al 20 de febrero, en sintonía con grupos de derechos globales y otros países (sobre todo, Estados Unidos) que pidieron convocar a un boicot en protesta por el historial en contra de los derechos humanos de China.

Desde China se silenció el escándalo y las autoridades bloquearon las posibles discusiones sobre el tema en Internet, un espacio fuertemente censurado en esas geografías. El periódico Global Times, un tabloide nacionalista en inglés publicado por el People's Daily del Partido Comunista, apuntó a la WTA en un editorial de este jueves, acusándola de “llevar la política al tenis femenino", de ser una "palanca de la opinión pública occidental” y los definió como “traidores del espíritu olímpico, dado que algunas fuerzas en Occidente están instigando un boicot contra los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022".