El trabajo de Jorge Raffo, en pocas palabras, es captar talentos. Y vaya si le rindió su óptica al Shakhtar Donetsk, que llegó a encaminar a un jugador por el que el club ucraniano recibió cerca de 100 millones de euros y que hoy cuenta con uno de los valores más altos del mercado europeo. Se trata de Mykhaylo Mudryk, actual delantero del Chelsea de la Premier League, quien hizo sus primeros pasos en el fútbol bajo el ala del argentino.

''Cuando estábamos en Shakhtar Donetsk me tocó la posibilidad de trabajar con Mykhaylo Mudryk. Estuvimos durante ocho meses desde mi llegada con un futbolista que solo jugaba 15 o 20 minutos por partido. Y el entrenador no lo quería poner porque decía que no era capaz de asociarse y que cada vez que perdía la pelota eso generaba una situación de contragolpe para el rival'', cuenta Coqui Raffo en una entrevista con Bolavip en España.

Sobre la anécdota del atacante sensación de la liga británica, el actual director de Fútbol Base del Elche continuó: ''Cuando llegamos a las finales, yo les plantee a los entrenadores: '¿Qué haríamos si Mudryk fuese Messi? ¿Le permitiríamos que se asocie o lo dejaríamos libremente para gambetear? Durante ocho meses estuvimos tratando de adaptar a Mudryk al equipo, ¿por qué no invertimos la situación y adaptamos el equipo al futbolista?'''

Mykhaylo Mudryk en su etapa en el Shakhtar. Getty Images.

Mykhaylo Mudryk en su etapa en el Shakhtar. Getty Images.

Por el bien de Shakhtar Donetsk y del propio Mudryk, los estrategas de aquel entonces le hicieron caso a Jorge Raffo, que prosigue en la historia: ''Yo lo que planteaba era que tuviera la posibilidad de gambetear libremente y que todo el equipo fuera detrás como para trabajar ante una posible pérdida. Que si agarraba 20 pelotas y 10 las perdía por gambetear, iba a haber cinco de las próximas 10 en las que iba a poder llegar a convertir gol y en las otras iba a meter una pelota de gol o le iban a hacer foul. Dicho esto, terminó convirtiendo ocho goles y Paulo Fonseca, el entrenador, lo hizo debutar como el futbolista más joven en la historia en el primer equipo''.

''Y creo que esto es un poco la raíz de todos los grandes formados argentinos que fueron capaces a través del juego cambiando condicionantes de poder demostrar de todo lo que eran capaces. En el caso de Mudryk terminó muy claro. En el campeonato final fue la figura de la cancha. Para mí fue un aprendizaje respecto a la situación de creatividad, que creo que tenemos que volver a las fuentes de aquella forma constructivista y la posibilidad de dejar al futbolista dentro del juego. Que aprenda sin que esto no implique que lo puedas corregir. A las pruebas me remito'', sentenció Raffo.