Athanasios Rantos, abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, dictó ayer un fallo no vinculante que supuso el golpe más fuerte que haya recibido la Superliga hasta aquí. 24 horas después de lo que para muchos supone el principio del fin, desde el proyecto responden a UEFA y anuncian que ni mucho menos todo está perdido para Real Madrid, Barcelona y Juventus. 

No será hasta la primavera del 2023 que desde Bruselas se publiquen sentencias sin retorno, que se tomen medidas definitivas y que la trama llegue a su fin, pero hasta entonces la batalla mediática por el control del fútbol europeo continúa. Tras haber recibido un duro golpe con las recomendaciones y conclusiones de Rantos, desde la Superliga avisan que seguirán adelante con el proyecto.

El torneo tiene derecho a existir, no podrá tener equipos que participen en torneos de la UEFA, puede haber sanciones de Nyon a Barcelona, Real Madrid y Juventus, los jugadores de dichos clubes podrían recibir sanciones de FIFA (Tal y como no jugar torneos de selecciones como la Copa del Mundo) y la no la existencia de un monopolio abusivo, conclusiones de un reporte que ya tiene respuesta en voz de Bernd Reichart, CEO de A22 Sports Management.

“No estamos muertos”

En un desayuno informativo por Madrid de Nueva Economía Fórum junto a Joan Laporta y Florentino Pérez, el más reciente fichaje de la Superliga analizó lo ocurrido anoche en Bruselas: “No está muerta ni mucho menos. Está muy viva. Queremos mejorar el fútbol y para ello estamos dialogando con todas las partes. Queremos devolver el entusiasmo y dar una estructura económica más adecuada".

"El sistema UEFA existe en los últimos 70 años. En las últimas semanas hemos hablado con 30 clubes y van perdiendo el miedo. Quieren el cambio en la gobernanza y en el control financiero", continúa un Bernd Reichart que aseguró que las amenazas de sanción son tan ciertos como posibles. De momento, no se teme a esto.

Hasta primavera de 2023, nada ha cambiado en el plano legal: "Nos tienen que dejar trabajar. Las presiones, las amenazas a los clubes de expulsar a los clubes... fueron ciertas. Espero que en primavera nos dejen hablar, explicar, negociar con los clubes. El fútbol necesita unas reglas claras que se apliquen, no como hasta ahora. Deben ser iguales para todos. Ahora está distorsionado todo”.