La noche del Draft 2020 tuvo dos realidades en los Green Bay Packers. Para Jordan Love representó el primer paso de cara a cumplir el sueño llamado NFL, mientras que Aaron Rodgers vivió una pesadilla que digirió con un buen trago de tequila.

“Cuando subieron en el Draft estaba pensando en qué receptor podría estar ahí. El chico de LSU (Justin Jefferson) que me gustaba se fue a Minnesota, y el de Clemson (Tee Higgins) me gustaba también verlo (…) Al hacer el cambio para subir me llamó la atención”, confesó Rodgers en el podcast 10 Questions de The Ringer.

Unos minutos antes del anuncio del pick de los Packers sobre la elección de un quarterback (Love) en lugar del receptor que quería Rodgers, el mismo agente del mariscal de campo le envió un mensaje avisándole de la sorpresa que estaba por llevarse. ¿Cómo reaccionó Rodgers?

“Me encanta el whisky, pero estaba tomando tequila. Recibí el mensaje, fui a la barra y me serví cuatro dedos (de tequila). Sabía que iba a ser una de esas noches que la gente iba a llamar y preguntar si todo estaba bien. Y lo estaba. No me encantó la selección, sobre todo porque estuvimos a un partido de llegar al Super Bowl y creía que estábamos a un par de piezas de hacerlo, pero también entiendo que es un negocio”, dijo Rodgers.


Aunque muchos analistas de la NFL
justificaron que la elección de Love fue lo mismo que pasó con Rodgers en 2005, el quarterback no lo piensa así: “En 2004, los Packers se fueron 10-6 y quedaron eliminados en la primera ronda; nosotros estábamos a un partido del Super Bowl. Brett había dicho ya que pensaba en el retiro, mientras que yo he dicho que quiero jugar hasta los 40”.