Pese a ganar dos Super Bowl y ser nominado en seis ocasiones para el Pro Bowl, el mariscal de campo de los Pittsburgh SteelersBen Roethlisberger confesó que sigue peleando fuera de la cancha con un enemigo que le ha complicado la vida por años, como son sus adicciones.

 

Así lo reconoció en una videoconferencia con el ex jugador de los Acereros, el turco Tunch Ilkin, donde explicó que "la gente no se da cuenta que nosotros, los atletas, somos humanos; cometemos pecados como cualquiera. Yo no soy diferente. Cometemos errores, nos hacemos adictos a las cosas, somos humanos".

"A veces creo que nos ponen en un pedestal en el que no podemos cometer errores. He fallado como cualquiera. He sido adicto al alcohol, a la pornografía, lo que no me convierte en el mejor esposo, tampoco en el mejor padre, tampoco en el mejor cristiano posible", agrregó Big Ben.

En ese sentido, el quarterback sostuvo que "uno debe dedicarse a sí mismo y comprender que puedes salir de eso por la gracia de Dios cuando dice, ‘Escucha, eres lo suficientemente bueno para mí por cómo eres. No tienes que ser perfecto'", para luego agradecer públicamente convertirse en cristiano hace tres años.

 

 

"Quiero que eso lo sepan todos los jóvenes. Salgan y sean el major atleta possible y vean si pueden ser mejores cristianos y eso es lo que yo intento ahora. Me presiono a mí mismo para lograrlo. No siempre es sencillo. Ahora, más que nunca, es agradable ser cristiano, especialmente para los atletas profesionales. Una de las cosas que quiero decirles y a la gente es que puedo ser realmente un muy buen atleta y cristiano. No es una cosa o la otra. Puedo ser ambos", sentenció.