Fue la gota que rebalsó el vaso. Por primera vez en la historia de la National Basketball Association (NBA), un equipo decide boicotear un partido y no salir a jugarlo. Fueron los Milwaukee Bucks, quienes decidieron de esta forma protestar contra los últimos hechos de violencia racial en Estados Unidos.

De esta forma, obligaron a suspender el quinto juego de la primera ronda de playoffs en la Conferencia Este, ante Orlando Magic, dejando ver su manifestación contra el brutal ataque de la policía de Wisconsin al ciudadano de raza negra Jacob Blake, quien fue abatido por la espalda y no podrá volver a caminar.

Si bien el gerente general de los Bucks, Jon Horst, le señaló a los medios presentes en la burbuja de Disney World, en Orlando, Florida, que sus jugadores no iban a dar declaraciones, el base George Hill conversó escuetamente con el portal The Undefeated, a quien le explicó el porqué decidieron realizar esta acción.

"Estamos cansados de los asesinatos y la injusticia", señaló el único jugador de los Bucks que habló con la prensa.

Obviamente que esta acción trajo consecuencias. Orlando Magic decidió no aceptar que la NBA les dé el triunfo por walk over, mientras que los restantes cuatro equipos que iban a jugar en esta jornada, Houston Rockets, Oklahoma City Thunder, Los Angeles Lakers y Portland Trail Blazers, decidirán tomar la misma medida que los Bucks, es decir, boicotearán los playoffs.