El desafío no es para cualquiera y solo los guerreros más valientes están dispuestos a aceptarlo. Alfredo Gutiérrez se pone las hombreras, alista el casco, amarra los botines y no va a rendirse con tal de conseguir lo que es todo para su vida: jugar en la NFL.

Con la sencillez y humildad típica de un mexicano que tuvo que sobrepasar muchas dificultades para poder luchar por sus sueños, Alfredo Gutiérrez atendió la invitación de Bolavip para tener una entrevista exclusiva sobre cada una de las etapas de su vida que lo llevaron a estar cerca de la NFL.    

En varias ocasiones pensó en renunciar, pero su padre le dio la luz en medio de la oscuridad para no desistir. Resistió el golpe de la pandemia del Coronavirus y como tacle ofensivo derribó ese demonio que le decía: ‘No lo puedes lograr’. Esta es la imperdible historia de Alfredo Gutiérrez, el jugador mexicano que sueña con la NFL.

El inicio de Alfredo Gutiérrez en el fútbol americano

“Con mi padre aplicamos para la ciudadana americana y me fui a vivir dos años a San Diego para poder ser ciudadano americano. Llegue al High school y me dicen que tenía la oportunidad de pelear por una beca para jugar en División Uno Colegial. Creo que fue uno de mis procesos más duros porque como todo jugador de fútbol americano te emocionas cuando te dicen que puedes jugar División Uno y en Estados Unidos es lo mejor”.

“Me puse las pilas a entrenar, iba a la escuela en la noche para completar los créditos. Fue un rollo muy grande para que al final la liga me pusiera muchas trabas, pero vino la mejor decisión que tome en mi vida: el tecnológico de Monterrey. Allí me ofrecieron una beca, comida, estancia, todo lo que es una beca completa. La tome. Fue la mejor decisión que he tomado porque gracias a eso estoy donde me ubico ahora”.

- ¿Fue en ese momento en el que eras el jugador más bajo y delgado?

“Cuando tenía como 9 o 8 años estaba muy chaparrito, era corredor. Después en la secundaria gane peso, pero seguía estando promedio y la verdad no era tan bueno para jugar. Una vez en la prepa crecí mucho y estaba medio tropezón en las piernas, me enfermaba a cada rato y tenía dolor de huesos. Me daba gripe a cada rato, mi mamá decía que era porque estaba creciendo”.

La etapa en Borregos del tecnológico de Monterrey

“Lo que más me costó en Borregos pasó por la filosofía de trabajo que hay. Entrenamos a las 2:45 de la tarde a 40, 45 grados Celsius. Te queman las piernas, el calor, estás enojado, las clases, es una de las escuelas más difíciles de Latinoamérica sino me equivoco”.

“El compañero de un lado te grita para hacer un bloqueo y luego aparece el coach, todo eso se te junta. No es que sea la parte más difícil, sino que eso todos los días se hace una bola y poder aguantar eso con la escuela se hace muy difícil, pero hay una recompensa muy grande: los programas internacionales te voltean a ver porque es el tecnológico de Monterrey, son los Borregos de Monterrey, uno de los equipos más ganadores. Todo sacrificio vale la pena”.

La pandemia del Coronavirus y las consecuencias en Alfredo Gutiérrez

“Llega la pandemia en marzo, Borregos cerró instalaciones fui a casa y dije: ‘Son dos semanas de vacaciones’. Empecé a disfrutar porque tenía años que no duraba tanto tiempo en casa. Se fue alargando hasta que se confirmó que no había temporada, los gimnasios y parques estaban cerrados. No podía comprar mancuernas ni nada porque muy caro o no había”.

“No era una persona que trabajaba 20/20 para llegar al Programa Internacional de la NFL, entonces dure como cinco meses sin hacer nada, batallándola y comiendo porque la comida en Tijuana está muy buena. Para septiembre le marcó a Rolando Cantú, exjugador de Borregos que ahora trabaja para Arizona Cardinals y le pido ayuda”.

“Cantú me conectó con Antonio Rodríguez, me vine a Texas y eso fue de gran ayuda porque Tony vive como en un rancho y a 100 pasos tiene un gimnasio. Me dio chance de poder trabajar, de aislarme de todo, enfocarme, trabajar doble y aquí estoy”.    

 

El entrenamiento que cambió la vida de Gutiérrez

“El profesionalismo que Antonio Rodríguez me enseñó fue todo, fue la clave del éxito porque aprendí a trabajar duro, ha terminar las cosas, a esforzarme, todo era con un propósito. Tenía poco tiempo, casi tres meses para llegar a un campamento de la NFL. Si te reclutan del Programa Internacional es porque ven que puede llegar al profesionalismo”.

Programa Internacional de la NFL: Alfredo Gutiérrez uno de los 11 jugadores elegidos

“Fueron dos meses y dos semanas de entrenamiento muy profesional. Muchas juntas, entrevistas, pláticas entre jugadores, horas de video individual. La NFL busca jugadores listos, completos porque van hacer una inversión grande. Aprendí competir conmigo mismo porque eso me iba hacer mejor, esa es una mentalidad que te inyecta el programa, es un chip de competir, ser el mejor y saber el porqué de cada cosa que hagamos”.  

El sueño llamado ‘Jugar en la NFL’

- ¿Qué significa el sueño de llegar a la NFL?

“Esto es todo para mí porque desde muy niño empecé a jugar desde los 8 años y veía en la tele los equipos profesionales y te ilusionas con eso. Es un trabajo de más de 17 años y el poder estar a un paso de llegar a liga representa mi vida. He estado en el mundo del fútbol americano toda mi vida”.

“Por salud dije: ‘Vamos a intentar todo hasta el tope. No quiero dejar nada en la mesa’. Ahora que lo deje todo, si algo malo llegará a pasar voy a estar feliz porque lo llegue a entregar todo”.  

- Un equipo de la NFL tiene el video de Alfredo Gutiérrez: ¿Cuáles son las fortalezas que verá para contratarlo?

“Van a ver un jugador competitivo, agresivo, honesto y leal; que va entregar todo en la cancha día a día para que el equipo llegue a cumplir todos los objetivos”.

- Lo llama el dueño de un equipo en la NFL y le pregunta: Alfredo, ¿por qué debemos contratarte?

“Por mi carisma, puede rendir algo…. Jaja. No te creas. Siento que con mis cualidades físicas puedo ayudarle a cualquier equipo a mejorar ya sea desde los entrenamientos, es ahí donde mejoras. Pudo brindar mucho a un equipo en el campo, en el vestuario”.

- ¿En algún momento pensó en renunciar a la NFL?

“Bastantes veces durante en mi tiempo en la Universidad y en la preparatoria. Platicando con muchos atletas es normal que pase. Llega la negatividad al decir no soy suficientemente bueno. Siempre te llega eso, es por eso que muy pocos llegan y siguen peleando, luchan contra ese demonio que somos nosotros mismos y la mente que te dice: ‘No puedo, no puedo”.

“Yo luche contra ese demonio que me decía no lo voy hacer y cada día que pasa siento que tengo el sueño de cumplir de jugar en la NFL cada vez más cerca”.