Tras un intercambio de palabras en medio del partido ante Palermo, el jugador increpó al técnico en el vestuario y debieron ser separados para evitar discusiones mayores.
La imagen curiosa de la semana en Turín fue la del marcador central Leonardo Bonucci sentado en el palco del Estadio do Dragao.
Sin tratarse de una lesión o suspensión, el internacional con la selección italiana fue separado del equipo la semana anterior tras una discusión con el entrenador Massimiliano Allegri que casi termina con golpes de puño.
Acto seguido, Allegri pidió un castigo para el jugador y amenazó con renunciar si el club no lo autorizaba a dejar afuera a Bonucci para la convocatoria del partido ante Porto.
En las últimas semanas, el entrenador de 49 años había tenido un encontronazo con Paulo Dybala, quien no lo saludó tras ser sustituido en el partido ante Sassuolo. Los medios italianos también rememoraron las reacciones del suizo Lichsteiner y del alemán Khedira en la victoria ante Inter a comienzos de mes.