Vamos a darle contexto a esta disputa. Todo comenzó varios días atrás, cuando Pablo Carrozza, mediante su cuenta oficial de Twitter, hizo un anuncio importante: “Paso a contarles que desde la semana que viene voy a estar charlando en mi cuenta de Instagram con diferentes personajes del fútbol argentino. Me dijeron que se vienen algunas notas muy picantes con dirigentes, jugadores, barras y tuiteros. Los espero a todos en pablocarrozza”,escribió. Claro, en plena cuarentena obligatoria para evitar la expansión del coronavirus, hay que buscar variantes para seguir generando contenido.

De igual manera, lo que le sorprendió a todos fue una de las respuestas que le llegó, de un tal Maxi Friggieri, redactor en Diario Olé, quien con mucha soberbia tiró: “Me muero por ver entrevistas a tuiteros”. Mucha ironía. Sin dudarlo y lejos de esconderse, el protagonista de todo esto le replicó al instante: “Hola @maxifriggieri respeto que no te gusten los vivos de Instagram que pueda ofrecer para la gente que está las 24 horas en su casa. No gano un centavo y tenés la opción de no mirarlos. Ya que estamos, quisiera saber qué hacés vos. En realidad, primero quisiera saber quién sos”.

A los pocos minutos, disparó otra vez: “Me la agita un 4 de copas de Olé por el tipo de vivos que estoy haciendo en mi cuenta de Instagram. Sí, de Olé, un diario que le dedicó la tapa a De Rossi el día que murió el Tata Brown. Sí, de Olé, un pasquín que solo sirve para envolver los huevos y prender el fuego del asado”.Y agregó: “Qué moral hay que tener para pegarle a un tipo que, bien o mal, se autogestiona y genera contenido independiente; y a su vez, defender el bolsillo de una empresa que juega con la ilusión de los estudiantes, recluta pasantes, y los renueva cada 6 meses como si fueran celulares”.

Sin vueltas. Esto se hizo muy viral en la red social del pajarito, pero con los días se fue calmando la situación. De igual manera, algo habrá pasado por privado, ya que de la nada Carrozza retomó la lanza y volvió a atacar contra el medio deportivo y todos aquellos que forman parte del mismo. “Hola @diarioole lamento mucho que a sus periodistas no les gusten mis vivos de Instagram. No todos podemos hacer ese periodismo tan comprometido que hacen ustedes. A propósito; ¿recibieron muchas amenazas por el video de Tagliafico amasando ñoquis? Tremendo como se la juegan, eh”,soltó.

Eso no fue todo: “¿Que sería de la vida de Diario Olé si los futbolistas no estuvieran todo el día haciendo desafíos de jueguitos y vivos de Instagram? Hace 15 días lo único que hacen es levantar noticias de las redes sociales. Pero se dan el lujo de criticar el trabajo del resto. Qué moral”.¿Los comentarios? La mayoría apoyando la causa de Pablo, mientras que los ‘Me Gusta’ y ‘RT’ no dejan de subir ampliando la exposición de esta pequeña guerra que comenzó. Veremos si llega réplica para Carrozza, o deciden hacer tregua al menos hasta que se pueda volver a salir a la calle.