Los dirigidos por Eduardo Berizzo derrotaron 2-1 al equipo Ché en Balaídos para terminar de sellar su pasaje a los cuartos de final de la Copa del Rey.
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Había quedado la sensación de que en Mestalla Celta había hecho el trabajo duro para ser uno de los ocho mejores equipos de la tradicional competición.
La ventaja de 4-1 conseguida dejó a un rival golpeado, como si al Valencia le hicieran falta problemas, y el partido en Balaídos tenía sabor a puro trámite.
La relajación se notó en el juego de un Celta que no tuvo profundidad en la primera mitad y que, tras abrir el marcador en el complemento con gol de Rossi, entregó de inmediato el empate por exceso de confianza en la salida desde el fondo que aprovechó Vinicius Araujo.
Pero para terminar el juego con una sonrisa aún mayor, Sisto, una de las figuras del local, clavó un tiro libre en el tercer minuto de adición que le dio la victoria al Celta y un holgado marcador global de 6-2.