Hay cosas que no pueden pasarte en plena cuarentena. Y una de ellas es quedar en ridículo.
Sin embargo, a esta joven. el micrófono de la clase virtual le jugó una mala, muy mala pasada.
Al parecer, la pobre Pilar se olvidó de silenciar su audio y comenzó a enumerar algunos defectos de su profesor, quien le había tomado una lección.
El maestro parece querer seguir hablando, pero se ve obligado a interrumpir a la joven para parar sus insultos.
“Rodríguez Pilar, estás con el audio abierto”, dice sin tener efecto alguno, ya que la joven siguió despotricando a diestra y siniestra.
La cara de otra de las participantes del vivo lo dice todo. ¡Papelón!