Querétaro goleó a Santos Laguna 5 a 0 por la Copa MX y Ronaldinho mostró que todavía sabe como maravillar al mundo con su fútbol.
Una noche volvió el mago. Casualidad o no, lo hizo después de que Ignacio Ambriz dejara de ser el entrenador de los Gallos Blancos en un episodio que lo tuvo como apuntado y foco de críticas.
El partido de ida de la tercera ronda de la Copa MX tuvo para Ronaldinho un sabor especial. Sabía que tenía que despejar dudas sobre su rendimiento y se enfocó como hace mucho tiempo no lo hacía. Lo sufrió la defensa de Santos Laguna, que vio como en apenas diez minutos el crack brasileño inventó dos asistencias que, por obra y gracia de la justicia, terminaron en dos goles con los que Querétaro tomó rápida ventaja.
En los 60 minutos restantes que permaneció en el campo no necesito más que distribuir el balón con maestría y esperar a que los goles de los Gallos Blancos siguieran cayendo.
Fue 5 a 0 para Querétaro, tranquilidad para afrontar la revancha como visitante y reivindicación de, quizás, el jugador más fantástico que a pasado por el fútbol mexicano y al que, por la desesperación que generan los resultados, no se está sabiendo disfrutar.
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