Además de perder tres millones de euros y dejar escapar un jugador de gran calidad, en la Casa Blanca tienen la sensación de que algo raro ha pasado ya que habían llegado una importante oferta del Bayern Munich.
Antes del Mundial, Ezequiel Garay estaba muy bien valorado. Tras una gran temporada en el Benfica, Pep Guardiola lo quiso en el Bayern Munich y el club alemán ofertó 15 millones de euros para sumar al central de la Selección Argentina, quien tuvo una muy buena tarea en Brasil, donde compartió zaga con Federico Fernández y luego con Martín Demichelis.
El Bayern lo quiso, pero el Zenit se lo llevó.
Pero algo raro sucedió. El argentino desembocó en el Zenit de San Petersburgo por seis millones y generó dudas y preocupaciones en el seno del Real Madrid.
El equipo luso tenía un 40 % de los derechos del futbolista, por lo que ganó con este fichaje 2,4 millones de euros, mientras que el Real Madrid, como poseedor del 50% del jugador se embolsó 3 millones, muy por debajo de los 5,5 millones que pagó el club cuando se hizo con sus servicios.
La sensación que inunda Madrid es, además de perder dinero y un jugador de gran potencial, de que algo raro ha pasado ya que por Garay tuvo ofertas por el triple del valor que fue vendido.
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