Cuando terminaba el primer tiempo, Fernando Gago se fue al vestuario con un gesto repudiable hacia la gente de River.
Ya sabes que está lleno de cámaras, Gago. Jugás hace mil años al fútbol. Se entiende el momento, la chicana, el superclásico y un montón de factores. Se entiende.
Pero alguien de su experiencia no puede tener este tipo de gestos, no suma para nada, gener un clima de nerviosismo innecesario. Cuánto más lindo es ver al 5 de Boca cuando la pone abajo de la suela, cuando habilita un compañero.
La próxima abrigate, Fernando.
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