Tras conseguir la primera medalla dorada en Juegos Olímpicos en toda la historia del fútbol brasileño, el delantero confesó que es tiempo de definir su futuro y le hizo un guiño a Barcelona.
Empezaron igual de mal, siendo los destinatarios favoritos de las críticas; terminaron igual de bien, fundidos en un abrazo que los declaraba campeones olímpicos, para ellos y para todo Brasil.
Gabriel Barbosa, surgido de la escuela del Santos, tiene el sueño de jugar con quien fue su ídolo y máximo referente en su formación y pese a que ya se dio el gusto con la selección brasileña, espera que tal privilegio se vuelva algo cotidiano
“Ahora tengo que pensar en mi futuro. Me encantaría jugar con Neymar”, expresó Gabigol tras la consagración. Del otro lado, Barcelona se relame con poder poner por fin el punto a la búsqueda de su cuarto delantero.
El máximo rival del equipo culé podría ser Juventus, que tiene mucho interés de quedarse con el atacante y dinero fresco de la millonaria venta de Paul Pogba al Manchester United.
+Volvió la alegría