El exjugador de Pumas, quien anunció su retiro esta semana, denuncia aprietes y amenazas por parte de los dirigentes en general. “Estas personas que tienen altos cargos, están manejando todo”.

A los 24 años el jugador surgido en CU cortó de forma abrupta su carrera, en plena vigencia física. ¿La razón? Se cansó de los manejos y maltratos dirigenciales. ¡Al fin se alza una voz!

Que el fútbol es cada vez más negocio lo sabemos y no podemos detenerlo, y hasta lo celebramos en algún punto. Pero hay momentos en los que se vuelve casi esclavista. Y ese debe ser el límite. Se mueven jugadores como si fuesen fichas de un juego de mesa. A nadie le importa que hay personas detrás. Izazola se hartó.

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Aquí el problema no es con Pumas, no es con ningún equipo. Es con el sistema.

Y en México la situación se agrava con el Draft, donde se toman decisiones sin tener en cuenta al jugador: “Hay muchos casos, por ejemplo, en el Draft que hay equipos que te agarran y sin consultártelo te envían a otro club que es el caso de un jugador de Chivas y empiezan a negociar sin tu consentimiento y un sueldo que ni siquiera te han avisado”, le aseguró a ESPN.

El jugador y el entrenador vienen siendo un títere.

Lo mismo sucedió en el club donde él militaba, Pumas, situación que lo hizo estallar: En el caso de un jugador de Pumas lo iban a mandar a una Primera A sin antes consultárselo e incluso lo amenazaron que si no se marchaba lo iban a dejar entrenando con categorías inferiores y creo que ya saben de quién hablo. Los limitan, los amenazan y el directivo siempre las tiene de ganar, denunció.

Aunque le haya costado su carrera, celebramos la lucha de Izazola, ya que es un martirio que sufren muchos jugadores, trabajadores del balón. Porque es cierto que algunos ganan millones y tienen vidas de lujo. Pero no nos olvidemos, que, detrás, hay una enorme mayoría que debe lucharla.