Por la Copa Argentina y ante River, el máximo goleador histórico de Atlas, equipo de la quinta categoría, ingresó a los 85′ para retirarse definitivamente del fútbol y fue el hombre de la noche: lloró, abrazó a Ponzio cuando entró y abrazó a un periodista al final del partido.
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Después de 109 goles en 259 partidos en Atlas y con 37 años, Wilson Severino regresó del retiro y se hizo un espacio entre su trabajo de ferroviario para regresar a los entrenamientos de Atlas con un objetivo: retirarse por la Copa Argentina ante River, el equipo del que es hincha.
A falta de cinco minutos de partido, cuando ya estaba todo definido, César “Rata” Rodríguez lo llamó, le dio un abrazo de los que se llegan hasta los huesos y lo mandó a la cancha entre lágrimas. Wilson lo primero que quiso demostró que lo muchos fanáticos harían: fue hasta Leonardo Ponzio y, sin mediar palabra, lo abrazó. “Ponzio es mi referente y mi ídolo”, confesó después del encuentro.
“Cada segundo me explotaba el corazón. Lo sentí así por los pibes del potrero, mi familia y mis compañeros del ferroviario”
Tras el pitazo final, el 3-0 y abrazar a casi todos los jugadores del plantel de River -incluido Marcelo Gallardo-, al centrodelantero le hicieron una nota y abrazó al periodista desbordado de la emoción del momento. “Soy feliz amigo. Esto es para la gente del barrio y de mi laburo”, alcanzó a decir ante las cámaras.
En cinco minutos, Wilson Severino se llevó la ovación de la noche y se hizo dueño del partido. Una despedida acorde a su historia.