La mudanza de Las Vegas Raiders de Oakland a su nuevo hogar en Nevada podría traer consigo más transformaciones que el obvio cambio de aire.

El equipo dejó el Black Hole con una derrota y se mantiene como un competidor mediocre en la AFC y ni hablar en la NFL. Sin embargo, la organización parece estar dispuesta a hacer un esfuerzo y traer un refuerzo clave para la próxima temporada.

A partir del comienzo de la agencia libre, Byron Jones, esquinero de los Dallas Cowboys, será agente libre y se volvería uno de los más cotizados. Aun así, la gerencia está dispuesta a hacer el esfuerzo de contratarlo si tiene la oportunidad y busca, de este modo, reforzar a una defensa necesitada de un playmaker tras la salida de Khalil Mack.

Los Raiders no solo necesitan un jugador del calibre de Jones, sino que también tienen US$50 millones en salario para manejarse, de modo que no sería un problema arreglar un buen contrato con el egresado de la Universidad de Connecticut.

El jugador parece estar en busca de un trato que le asegure unos US$15 millones por año, por lo que Las Vegas debería hacer un sacrificio. Sin embargo, la oportunidad de emparejar a Trayvon Mullen con otro esquinero de alto nivel parecen difíciles de ignorar y, de seguro, Jon Gruden y Mike Mayock intentarán hacer su jugada.