México puede presumir haber tenido en sus canchas a tres de los mejores futbolistas del mundo, e incluso de la historia: Pelé en 1970, Diego Armando Maradona en 1986 y Lionel Andrés Messi en 2011.
En los capítulos más gloriosos del Estadio Azteca, sin duda alguna, están la conquista de la Copa del Mundo de 'O Rei' y de la leyenda albiceleste, en los dos Mundiales que ha albergado el país, pero hay otras dos canchas que contaron con una visita no menos importante e inolvidable y que de igual forma estremeció a la afición mexicana.
Se trata de las dos únicas veces que el mejor del mundo ha jugado al futbol en territorio azteca: Una de ellas fue el 31 de julio de 2011, cuando Lionel Messi hizo su heroica aparición en el Estadio Azul, ante miles de aficionados que se dieron cita en el recinto por el puro placer de contemplarlo; no estaba en disputa ninguna Copa, ni lo acompañaba su Selección, solo él y sus amigos.
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Así, hace ya casi 10 años, México se rendía ante la estrella que vivía su mejor momento en Barcelona, quien llegaba como Tricampeón de España, Campeón de la Champions League y con dos Balones de Oro en su vitrina, y a punto de conquistar el tercero de los seis que hoy en día presume.
Palermo lo acompañó, Jorge Campos le atajó y el Estadio Azul lo ovacionó por los 70 minutos, el gol y las dos asistencias que ofreció para el triunfo de su equipo por 5-4, en el partido a beneficencia “Messi and Friends” y “Estrellas del Mundo”.
Un año después, el goleador blaugrana regresó a México, pero esta vez aterrizó en Cancún para disputar el 16 de junio la Copa del Mundo Maya 2012, la cual destinó su taquilla al DIF y a la Fundación Leo Messi.
El Estadio Andrés Quintana Roo fue testigo de otro de los goles de la 'Pulga' y una nueva victoria para su equipo, esta vez llamado 'Estrellas de América', por 5-3 ante las 'Estrellas de México'.
Hoy el futbol está de festejo porque el astro argentino cumple 33 años de vida, y bien vale la pena recordar todo lo que pueda acercarlo a cada país en el que es ídolo; una visita, un saludo o hasta un golazo en contra. Messi lo vale todo.