La pandemia del COVID-19 condenó a una crisis económica en varios países, que la afrontaron a su manera. La interrupción de las actividades fue muy fuerte para los clubes, que debieron replantear varias cuestiones para subsistir.

En esa línea, el Estadio Azul será rentado para que un grupo de amigos, o cualquier tipo de grupo informal, pueda disputar un encuentro allí. El torneo para el que será alquilado se llama Liga Catalana, y cualquiera puede inscribirse.

Para poder jugar en uno de los recintos más icónicos de la historia del futbol mexicano (actual casa del Atlante y que fue el fuerte de Cruz Azul) se deberán abonar $7000. Eso incluye arbitraje, designado por la organización, y distintos premios y reconocimientos.

Como si fuera poco, la oferta no termina ahí: si se quiere grabar algún encuentro de manera profesional, se pueden pagar $2000 más. Así, será entregado un USB con los 90 minutos del duelo, filmados a 2 cámaras y un drone.

A su vez, no se permitirá el acceso a la afición o acompañantes a ver el partido por razones santiarias. El uso de vestidores también estará restringido.