Las lesiones de los jugadores mexicanos en el amistoso contra Croacia marcaron a fuego la vista de los jugadores y aficionados. Néstor Araujo saliendo en ambulancia tras lo que parecía una grave lesión de rodilla, entre gritos de dolor, hacía presagiar que se perdería el Mundial de Rusia. Misma historia con Carlos Salcedo, quien intentó mantenerse en la cancha con una clavícula fracturada, pero no pudo más.
Pero los diagnósticos posteriores dan una luz de esperanza a los dos jugadores mencionados.
Después de haber sido llevado a una clínica en Dallas, a Araujo le hicieron resonancias magnéticas y según el cuerpo médico de la selección mexicana, sufre una lesión “en el menisco de la rodilla izquierda, una lesión de ligamento colateral medial y un edema patelar”.
Araujo, fijo en la defensa de Osorio, volvió al hotel de concentración con muletas y volverá a México con el resto del grupo. Allí volverá a ser evaluado y se agendará la fecha de una posible operación. Aunque el hecho de que no haya compromiso de ligamentos cruzados, podría permitirle al zaguero volver a las canchas antes del inicio del Mundial.
Misma historia con Salcedo, quien sufrió una fractura en el tercio distal de la clavícula derecha -la misma que se lesionó en la Confederaciones- y seguramente será operado. Aunque el tiempo de recuperación de estas lesiones es muchísimo menor.