Barcelona gana a los tiempos y renace la esperanza en la afición Canaria. Vencieron 2-0 a Deportivo Cuenca y vuelve la tranquilidad.

Partido de mucha tensión en el Estadio Monumental Banco Pichincha. Llegaba a este encuentro el Ídolo del Astillero en un momento crítico especialmente para su DT, el profesor Rubén Israel, que apenas el semestre pasado era laudado por la hinchada y la prensa guayaquileña, y ahora está siendo muy criticado por los pobres resultados del equipo Canario.

Barcelona propuso su fútbol desde el inicio. En ese trajín consiguió complicar a la defensa Morlaca en un centro al área de un tiro de esquina que Ismael Blanco no pudo conectar para poner la primera. También metió mucho peligro Brahian Alemán con un tiro libre que pasó muy cerca del parante derecho protegido por Hamilton Piedra. Deportivo Cuenca también generó ocasiones en los primeros 45 minutos: en una acción el ofensivo Carlos Feraud pisó el área Torera con mucho peligro pero se apuró demasiado por la marca de Nazareno y remató muy débil, de tal forma que fue muy fácil para Banguera atajar.

En el segundo tiempo Barcelona no renunció a segur atacando y a causar peligro en el área Cuencana. Eso le causó algunos riesgos y los Morlacos pudieron llegar también. Pero cuando transcurrían los 65 minutos del encuentro, llegó lo esperado por los canarios: Ely Esterilla hizo gritar a la hinchada devolviéndole la esperanza a toda la afición. Centro de tiro libre de Brahian Alemán y El 13 de Barcelona estaba muy atento en el área para colocar con un cabezazo el primer gol del partido. La banca Canaria fue el sector que más gritó.

Llegaba el final del partido y Barcelona seguía atacando y convencido de hacer otro gol. Había perdido una ocasión Ismael Blanco, seguía siendo contundente el juego Amarillo y hasta que llegó la retribución de aquello: Marlon de Jesús recordó a la afición la razón por la que desde cuando era juvenil fue una promesa para el fútbol ecuatoriano. Qué manera de controlar el balón en el área, bajó la pelota y cruzó una bolea que dejó sin ningún chance al portero Piedra. 2-0 ganaba el Ídolo, festejaba Israel, festejaba el Monumental entero y al fin tenía una alegría la afición Torera.

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