Los recientes fichajes de Néstor Ortigoza con Rosario Central, Juan Fernando Quintero con River y Fabricio Fontanini con Newell’sno hacen otra cosa que evidenciar una realidad que invita a levantar la copa en este inicio de año: ser gordo está de moda en el fútbol argentino.

Y no es para que nadie se ofenda. ¡Al contrario! Los gordos en el fútbol defienden lo esencial, que es el juego, por encima de lo complementario, que es el estado atlético. Porque no nos van a correr con eso de que en la actualidad lo primero es el físico. ¡En Argentina queremos jugar a la pelota!

Si continuamos buceando por la Superliga, podremos armarun equipo completo de futbolistas con pancita… Algunos de ellos con panzota, con el que nos animamos a competirle a cualquiera.

A Marcos Díaz, de Huracán, lo ponemos al arco. En defensa nos sobran kilos con Fabricio Fontanini, Gastón Aguirrey Gonzálo Prósperi. Para la contención y la salida limpia, lo dejamos a NéstorOrtigoza, tal vez el mayor exponente del gordo que entiende todo con la pelota en los pies, y un pasito adelante plantamos al uruguayo Rodrigo Amaral.La creación la dejamos en manos del tándem cafetero Cardona-Quintero. Y en ataque te tiramos con artillería pesada: Pulga Rodríguez, Luis Leal y Morro García.

Ah, y si pensabas que nos van a quedar muchos huecos en la cancha, no te olvides que los tipos son gordos. ¡Pero la rompen!