Cruz Azul y Tigres jugaron un intenso partido que superó el análisis estrictamente futbolístico. Más allá del empate en el último minuto y de la gran tarea del portero Andrés Gudiño en la tanda de penales, la pelea luego del juego se llevó todos los flashes.
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Uno de los protagonistas de la misma fue Javier Aquino, que antes de marcharse al vestidor hizo una declaración descarada y un tanto inusual para ser un jugador nacido en La Máquina: “Llevan 30 años sin ganar nada y siguen reclamando”.
Rápidamente volvió el recuerdo de lo ocurrido en febrero de este año, cuando el volante le marcó al conjunto capitalino en el Estadio Azteca y festejó besándose el escudo de su actual institución. Todo este rencor tiene una explicación…
El originario de Oaxaca debutó con los celestes en el Apertura 2010. Luego se marchó a Europa para jugar en Villarreal y Rayo Vallecano, pero su experiencia no fue la mejor y decidió volver a México. Allí, esperaba un guiño de su exequipo, pero estos no mostraron interés.
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Esto llevó a que Aquino acepte la oferta de Tigres. Luego de que firme contrato, la directiva del Cruz Azul aseguró que querían al elemento, en una movida que el futbolista calificó de “falta de respeto”.