En un torneo del tipo de la Copa América, el camino a la final es muy emocionante y puede tener muchas sorpresas. En este sentido, el caso peruano tuvo muchos condimentos.

De hecho, la goleada contra Brasil marcó un antes y un después en el equipo de Gareca. Así pues, uno de los objetivos de la próxima final será tomarse revancha de aquel partido en el Arena Corinthians.

Ahora, toca en el mítico Maracaná de Rio de Janeiro, el estadio más grande de Brasil. Por ello, el plantel ya llegó a esta ciudad brasileña y solo piensa en lo que será el partido del domingo.

El equipo y el comandó técnico se hospedarán en el hotel Windsor Barra y entrenarán en el centro de entrenamiento del Fluminense, lugar que ya vio practicar a los peruanos en la previa del duelo con Bolivia.

En esa oportunidad, Perú ganó por 3 a 1 a los altiplánicos, por lo que la Selección ya sabe lo que es llevarse un triunfo de ahí. Toca, sin embargo, ahora el anfitrión del torneo en lo que será uno de los partidos más importantes en la historia del fútbol peruano.