Los Juegos Olímpicos de París 2024 iniciaron su cuenta regresiva. A poco más de dos años para que el deporte se vista de gala en la denominada Ciudad Luz, el Comité Olímpico Internacional (COI) sigue muy de cerca los acontecimientos que tienen a Ucrania envuelta en la polémica maraña de decisiones díscolas y poco actuales de Vladimir Putin y su séquito de adláteres que llevaron a la invasión de Rusia en territorio ajeno. Por ello, con las pruebas de clasificación para los Juegos 2024 a la vuelta de la esquina, el presidente del organismo, Thomas Bach, pidió paciencia y mesura. En ese sentido, el teutón Bach dijo que el COI tomará “paso a paso” las medidas que estén acordes a los acontecimientos para definir la participación o no de los deportistas rusos y bielorrusos en las pruebas que otorguen los cupos para París 2024.

“Iremos paso a paso. No sabemos cómo evolucionará la situación política. Según lo que pase, tomaremos las decisiones que corresponda”, precisóThomas Bach, el presidente del COI, en los últimos días, en una conferencia posterior a las reuniones de la 139 Sesión del máximo organismo del deporte COI.

“Paso a paso”, tal como se expresó el mandámás, el COI tomará las decisiones sobre la participación de deportistas rusos y bielorrusos en las pruebas clasificatorias para los Juegos de París 2024, que comenzarán durante este año, indicó el alemán Bach. Y agregó: “No podemos especular. Seguimos el escenario día a día porque así lo requiere la situación”.

De esta forma, con una expresión sin salir con los pies de puntas, no dio indicios claros sobre la posibilidad de que las sanciones que aún pesan sobre los deportistas rusos y bielorrusos los deje fuera del proceso de clasificación para los próximos Juegos. Si bien aceptó que las sanciones que pesan sobre los deportistas apartados no hicieron más que “deteriorar las relaciones con Rusia”, en un contexto ya de por sí complicado dadas las medidas anteriores contra el dopaje sistemático que expuso a los rusos a ser duramente castigados. Incluso, sin dar detalles concretos, las “amenazas personales” son un tema central de preocupación para la seguridad de la máxima autoridad del COI. Sin embargo, Bach afirmó que “no me extenderé por razones de seguridad”.

El dirigente alemán se refirió a la reciente reelección del ruso Umar Kremlev al frente de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), tras la descalificación del que era su único rival, el neerlandés Boris van der Vorst, y dijo que este escenario no era el que el COI imaginaba ni deseaba cuando le solicitó a la IBA “un gesto de buena gobernabilidad” para así devolverle el reconocimiento que le retiró a dicha entidad. Sobre ello, indicó: “Hay muchas otras preocupaciones que siguen ahí. También es cierto que durante los Mundiales femeninos no hemos recibido ningún informe sobre manipulación arbitral. Estudiaremos al detallo todo lo actuado para tenerlo en cuenta y definir cuanto antes esta situación”.

Los atletas trans, en palabras de Bach:

El tema resulta urticante. Molesto. Los deportistas transgénero, guste o no, están imponiendo un nuevo orden. O, cuanto menos, exigen una situación que les permita legalmente competir. En este marco, Bach señaló que “la posición del COI es que en esto no hay una solución que valga para todos”.

Ni lerdo ni perezoso, el alemán sabe que, tarde o temprano, el Deporte como entidad en sí misma deberá definir un marco regulatorio más claro y genuino. En los tiempos que corren, se sabe, entre el feminismo y la necesaria deconstrucción del hombre, no pronunciarse expone y deja en evidencia quién es quién.

“Se trata de crear una competición justa y de que todo el mundo tenga derecho a hacer deporte. Debemos ir deporte a deporte y disciplina a disciplina para ver si hay una desventaja injusta”, sostuvo. Por eso, pidió que todas las decisiones que se vayan a tomar se enmarquen y se basen “en pruebas científicas” y se tomen a partir de “un diálogo inclusivo con todas las partes”.