La final de los 400 metros con vallas de Tokio 2020 fue protagonizada con Karsten Warholm, que no sólo ganó la prueba, si no que también mejoró considerablemente su plusmarca mundial con 45.94 segundos. En aquella carrera siete de los ocho competidores batieron tiempos nacionales y continentales. Ese fue el caso de Alison dos Santos, que se llevó la medalla de bronce y quebró el récord sudamericano con un crono de 46.72.

El brasileño completó la mejor carrera de su vida para subirse al podio de los Juegos Olímpicos por primera vez. En los Juegos Panamericanos de Lima 2019 había conseguido la medalla dorada, pero lo que iba a venir dos años después iba a ser impresionante, y más al lado de Warholm.

Además de su velocidad y habilidad para superar a las vallas, sus cicatrices en la cabeza y la forma de su cabello llamó la atención en las redes sociales. Es que Dos Santos sufrió un accidente cuando tenía diez meses y por eso le quedaron marcas en su físico.

Según el medio UOL Esporte, la abuela del atleta estaba cocinando pescado y se volcó accidentalmente aceite hirviendo, que cayó sobre ambos, especialmente sobre Alison, que terminó con quemaduras en su cabeza, hombros y pecho. Ambos fueron hospitalizados durante meses antes de recuperarse.

Rai Benjamin, Karsten Warholm y Alison dos Santos, los ganadores de los 400 con vallas. (Getty)

Cuenta el sitio que Dos Santos utilizaba gorras con frecuencia en las competencias y estaba muy avergonzado de las marcas que le quedaron del accidente. Desde hoy, el brasileño dejará de ser “el de las cicatrices”, para pasar a ser reconocido como el medallista olímpico.