Ayer, lunes 24 de enero, se conoció la noticia. Szilveszter Csollány, ex campeón olímpico de anillas en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, un furtivo opositor a la vacunación contra el coronavirus, falleció en la madrugada a causa del virus que se originó en China en 2019. Así lo informaron autoridades deportivas de Hungría.
“Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de Szilveszter Csollány”, señalaron en un comunicado conjunto la Federación Nacional de Gimnasia y el Comité Olímpico húngaros, a quien calificaron y definieron como un “atleta excepcional”.
El ex gimnasta de 51 años había contraído coronavirus en noviembre pasado y a principios de diciembre de 2021 debió ser hospitalizado en Budapest. Su estado, en ese entonces, ya era grave producto de una neumonía severa. Por eso debió ser intubado hace una semana.
Csollány, un excelso gimnasta en anillas, se quedó con la medalla de plata en los Juegos de Atlanta1996, fue campeón de Europa en 1998 y luego se alzó con la presea de oro en Sídney 2000. Hitos que le permitieron ungirse con la Cruz de Oro al Mérito de la República de Hungría y la Cruz de Oficial a la Orden del Mérito. En 2003 y luego de su retiro como atleta de alto rendimiento, Csollány no dejó el deporte dado que siguió vinculado desde el lado del entrenador.
Con la pandemia global por coronavirus, el húngaro nacido el 13 de abril de 1970, en Sopron, jamás ocultó su posición contraria a las vacunas contra el Covid-19. Lo hizo de manera explícita a través de su cuenta de Facebook donde mostraba su profunda ignorancia mediada por el desconocimiento en contra de la inoculación, según informó el diario húngaro Blikk.
Sin embargo, finalmente, tuvo que vacunarse para mantener su trabajo porque en Austria estaba obligado al trabajar con niños. Pero ya era tarde.