“Haremos una propuesta para que tengamos los Juegos Olímpicos de 2036 en México”. Con esas palabras Marcelo Ebrard Causabón, secretario de Relaciones Exteriores de México, dejó en claro una pretensión de su país: volver a postularse como sede de los Juegos Olímpicos. Y agregó: “Debemos realizar un planteamiento para que se lo llevemos al presidente de la República y si y él nos autoriza, empezamos a trabajar con toda la presencia de la diplomacia mexicana para que tengamos los Juegos Olímpicos en México en 2036”.
“Nos dijeron qué debemos tener: una comunicación permanente con ellos, una claridad de lo que busca México como país, cuál sería el legado, cuáles son las necesidades y cómo se podrían subsanar, qué ciudades podrían competir. Tenemos que incluir planes de solidaridad, digitalización, desarrollo sustentable, resiliencia financiera y económica. Y, también, algo muy importante que exige el COI: buena gobernanza y Derechos Humanos”, aseguró María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano (COM).
De esta forma, en medio de la firma del Convenio de Concertación de Acciones entre el Comité Olímpico Mexicano y la Secretaría de Relaciones Exteriores, el interés encontró repercusión y así México decidió ponerse en marcha.
Por eso, el COM y la Comisión de Futuras Sedes Olímpicas del Comité Olímpico Internacional (COI) pusieron la maquinaria en marcha para un extenso y arduo camino que deberán transitar hasta la elección de la sede de los Juegos de 2036, con las opciones de Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
“Debemos hacer una comisión para analizar todo lo que requerimos: estudios geopolíticos, financieros. Se tienen que realizar alianzas permanentes con urbanistas. Lo que exige el COI es no crear elefantes blancos, que después de los Juegos Olímpicos ya no puedan funcionar. París 2024 es un ejemplo que le sirve con mucha claridad a México para ver las propuestas que tenemos que platicar (…) Una vez se tomen las decisiones debemos enviar una carta al COI en la que formalizaríamos qué desean el COM y México para competir oficialmente por la sede de los Juegos Olímpicos”, sostuvo la máxima dirigente del COM.
Si lo logra, México volverá a ser sede tras haber tenido ese estatus en 1968. “Les dio mucho gusto la visita del Canciller a nuestra sede. Primero nos llegó una carta de parte del responsable de Relaciones Públicas con los Comités Olímpicos nacionales, manifestando el gusto por esta declaración. Después recibimos una carta de Thomas Bach (presidente del COI), en la que nos dijo que pone a nuestra disposición a la Comisión de Futuras Sedes. Ven a México con buenos ojos. Nos ven serios y responsables”, expresó la presidenta del COM.
El procedimiento de concesión no comenzará sino hasta 2024, pero el COM ya trabaja con antelación para afinar todos los detalles: “Las reuniones que hemos tenido han sido en el sentido de tener un constante diálogo para ir abriendo los ojos con las dudas que tenemos, entender hasta dónde llegan los límites”, detalló Alcalá.
Hasta el momento, México deberá competir por ser sede olímpica con Berlín y Madrid.