La Selección Argentina, líder de las Eliminatorias Sudamericanas, recibe a la Selección Peruana, anteúltimo en la tabla, por la fecha 12 del certamen que clasifica al próximo Mundial 2026.
Luego de caer frente a Paraguay, el equipo de Lionel Scaloni busca dar un nuevo paso hacia la clasificación en condición de local y así aprovecharse del pésimo momento de los peruanos, que de la mano de Jorge Fossati marchan anteúltimos en la tabla y muy complicados.
La particularidad de este encuentro es que el escenario no es el tradicional Estadio Monumental de Buenos Aires, donde habitualmente juega la Selección Albiceleste, sino que en este caso el encuentro se disputa en La Bombonera, la casa de Boca Juniors.
El motivo es que el estadio de River Plate ya se encuentra con los preparativos para albergar la final de la Copa Libertadores de América, que disputarán Botafogo y Atlético Mineiro el próximo sábado 30 de noviembre.
La Bombonera: El templo del fútbol sudamericano que late al ritmo de Boca Juniors
En el corazón del barrio de La Boca, en Buenos Aires, se encuentra uno de los templos más emblemáticos del fútbol mundial: La Bombonera. Este icónico estadio, oficialmente llamado Estadio Alberto J. Armando, es hogar del Club Atlético Boca Juniors y un símbolo indiscutible de la pasión futbolística argentina.
Construido en 1940, La Bombonera no solo es famosa por su diseño arquitectónico peculiar, sino también por la atmósfera que se genera en cada partido. Su estructura cerrada y su forma única, que recuerda a una caja de bombones —de ahí su nombre popular—, hacen que el sonido de los cánticos de los hinchas retumbe de manera ensordecedora, creando un ambiente intimidante para cualquier rival.
Un diseño único para una experiencia incomparable
La Bombonera tiene capacidad para más de 54,000 personas, aunque en días de partidos trascendentales, la cifra parece multiplicarse gracias a la energía de su hinchada. Su construcción se caracteriza por un diseño casi vertical en sus tribunas, lo que permite que los aficionados estén prácticamente sobre el campo de juego, en una conexión inigualable entre el público y los jugadores.
El “Templo Xeneize” ha sido escenario de innumerables hazañas deportivas. Desde victorias memorables en torneos nacionales hasta noches épicas de Copa Libertadores, La Bombonera ha visto consagrarse a figuras legendarias como Diego Maradona, Juan Román Riquelme y Martín Palermo.
Más que un estadio, un fenómeno cultural
Para los hinchas de Boca Juniors, La Bombonera es mucho más que un lugar donde se juega fútbol: es un espacio sagrado. Desde los coloridos murales que adornan sus alrededores, hasta la mítica frase “La Bombonera no tiembla, late”, este estadio representa una identidad cultural que trasciende las fronteras argentinas.
Cada visitante, ya sea un aficionado local o un turista extranjero, coincide en que vivir un partido en este recinto es una experiencia que se queda grabada para siempre. El ingreso de los equipos al ritmo de los bombos, los cánticos interminables y el fervor de los hinchas son parte de un espectáculo que, para muchos, no tiene comparación en el mundo del deporte.
Un ícono sudamericano admirado en Perú
En el Perú, donde la pasión por el fútbol es igualmente intensa, La Bombonera es un referente admirado por hinchas de todos los equipos. No son pocos los aficionados peruanos que sueñan con visitar este estadio, ya sea por su conexión con figuras que han pasado por Boca Juniors o simplemente por el deseo de presenciar en vivo ese fenómeno que tanto se relata en las crónicas futbolísticas.
La Bombonera, con su mística y su historia, sigue siendo un ícono del fútbol sudamericano. Más que un estadio, es una expresión viva de la cultura popular, una fortaleza donde Boca Juniors ha construido su leyenda y un destino que cualquier amante del fútbol debe visitar al menos una vez en su vida.