Riyad Mahrez, el futbolista argelino que brilló en la histórica coronación del Leicester como campeón de la Premier League, no ha tenido una sencilla adaptación al Manchester City, donde si bien ha dado muestras de todo su talento siempre lo ha hecho a cuentagotas.

Pero en el primer tiempo del partido en que los Citizens son visitantes del Aston Villa, el mediocampista volvió a ser aquel mago que, entre otras cosas, catapultó a Ranieri a ser considerado de manera fugaz como el mejor entrenador del planeta por la hazaña de los Foxes.

Se llevaban disputados 18 minutos cuando recibió en mitad de cancha la descarga de Kun Agüero y comenzó su carrera desde la derecha con un único objetivo: el área rival.

Una vez allí, a pura inventiba, dejó que se amontonaran los defensores para bloquear su camino, pero antes de intentar una gambeta imposible encontró el espacio justo para sacar un remate que se se coló por el primer palo del portero Nyland.

Ya más modesto, pero no menos valioso, Mahrez aumentaría la ventaja del City sobre el Aston Villa al capturar un balón que quedó boyando en el área tras un fallido intento de despeje de la defensa para rematar de primera y volver a sentenciar al portero noruego.