Este miércoles Wembley y las calles de Londres vivieron una fiesta luego de lo que fue la primera clasificación de Inglaterra a una final de Eurocopa en toda su historia. Los locales derrotaron a Dinamarca en tiempo suplementario por 2-1 por la segunda semifinal y buscarán el domingo hacer que la copa se quede en su país cuando se enfrenten a Italia en la final.
En el tiempo extra, cuando el trámite iba igualado 1-1, el árbitro Danny Makkelie sancionó un polémico penal a favor de los ingleses. Kasper Schmeichel contuvo el remate de Harry Kane abajo sobre su izquierda, pero el delantero de Tottenham aprovechó el rebote y sentenció el 2-1 definitivo.
Durante la ejecución se lo vio notablemente nervioso a Kieran Trippier, que hasta el momento se encontraba en el banco de suplentes e iba a hacer su ingreso apenas unos minutos despuésdel gol de Kane. Al momento del remate, Trippier le dio la espalda al arco de Schmeichel y sólo se quedó viendo la reacción de los hinchas ingleses que grababan el momento y miraban con atención.
El actual defensor de Atlético de Madridpuso sus manos en la cabeza y se dio vuelta para no ver la acción. Al escuchar los gritos de la atajada del danés giró hacia la jugada y vio justo como ingresaba la pelota con el rebote de Kane. Levantó sus brazos con cara de alivio y salió a festejar.