Roberto Sosa fue uno de los delanteros en los que confió Óscar Washington Tabárez en su segunda etapa como entrenador de Boca. El uruguayo ya había pasado por el conjunto de La Ribera en 1992, año en el que obtuvo el Torneo Apertura, pero en esta ocasiónse encontraba con una institución absolutamente transformada porel paso de un tal Carlos Bianchi en el proceso inmediatamente anterior.

El Virrey, a los títulos que ostentaba el Xeneize en su historia, le adosó para ese entonces:tres ligas locales, dos ediciones de la Copa Libertadores y una Copa Intercontinental.

Es decir, el escenario de exigencias del clubera considerablemente distinto al que el Maestro había vivido 10 años antes. Asumía a la cabeza deun plantel en el que recién asomaba Carlos Tevez yque meses antes había sidosubcampeón del mundo alhaberperdido injustamentecontra el Bayern Munich en el Estadio Olímpico de Tokio.

En esa sintonía llegaba Roberto Sosa, para, acaso, saciar la falta de un centrodelantero tras la salida de Martín Palermo al Villarreal de España a principios del 2001. Sin embargo, a nivel estadístico, no pudo cumplir con las expectativas que se habían creado alrededor de él, aunque el propio protagonista explica que fue una vivencia que le sirvió a nivel profesional y personal.

“Yo estuve seis meses en Boca y lo recuerdo como una experiencia muy positiva. Me podrán decir:’¿Pero cómo? No hiciste ningúngol en seis meses’. La suma de mis minutos no llegan a ser cuatro partidos. Por cuestiones físicas, porque cuando llegué ya habían hecho la pretemporada… El Mundo Boca no te espera. Viaja a años luz. Yo no logré ponerme bien físicamente para mostrar mi valor, pero es un mundo impresionante. No estoy para nada arrepentido, se dio así. Es parte de la vida y de mi parte deportiva. Tengo un recuerdo hermoso. El Mundo Boca es una aplanadora, untanque de guerra.Lamentablemente, no me pude subir a ese tanque de guerra, pero lo recuerdo como una experiencia muy positiva”, señaló el Pampa.

$bp(“Brid_52894749”, {“id”:”6125″,”width”:”800″,”height”:”478″,”video”:”1015051″});

La fórmulaque el Pampa Sosa erigióen Gimnasia con Guillermo Barros Schelotto no la pudo repetiren Boca

Tal vez lo que más me faltó en Boca fue Guillermo (por Barros Schelotto). Él estaba lesionado. Tal vez hubiera sido otra cosa desde el punto de vista deportivo, pero repito, yo en Boca la pasé bien, remarcó Roberto Sosa a raíz de su paso por Boca entre agosto y diciembre del 2002, en la entrevista que le brindó a Bolavip en la ciudad de Nápoles.

Los mejores fragmentos de la charla de Bolavip con el Pampa Sosa: