Boca sacudió el domingo con un sorpresivo arribo, o en realidad, un regreso. Es que tras la llegada de Martín Payero como primer refuerzo, el Xeneize de manera calladacerró a Facundo Roncaglia como segunda cara nueva en este mercado de pases. Arribando en condición de libre, el defensor polifuncional de 35 años ya se hizo la revisión médica y será cuestión de horas para que se sume al plantel de la Ribera firmando su contrato por 18 meses.
El entrerriano llegará a reforzar una posición que Boca debía cubrir de manera obligatoria debido a la salida de Gastón Ávila confirmada, quien se marchará en los próximos días al Royal Antwerp de Bélgica. Y como si fuera poco, Carlos Izquierdoz ya tenía de antemano los días contados en el club boquense.
Es que tras los conflictos sacados a la luz en donde se dieron cortocircuitos entre el Consejo del Fútbol y el plantel profesional en la previa del partido de vuelta ante Corinthians, el capitán xeneize fue el más afectado futbolísticamente, ya que debido a decisiones técnicas del nuevo entrenador, Hugo Ibarra, y la lesión en su tobillo que lo obligó a entrenar diferenciado toda la semana según lo informado por el club, Izquierdoz no volvió a estar dentro del equipo desde aquella eliminación copera.
Y teniendo en cuenta que su vínculo con Boca expira en diciembre de este año, y que sus destinos van dirigidos hacia otros caminos, tanto desde el club como desde el entorno del jugador concordaron que lo mejor era que Carlos Izquierdoz se marche cuanto antes de la institución.
Es por eso que con la llegada de Roncaglia haría que todo este proceso se acelere, ya que según confirmó el periodista Sebastián Infanzón, en el correr de esta próxima semana, se resolverá la salida de Carlos Izquierdoz rumbo al fútbol de México, de donde tuvo acercamientos del Grupo Orlegi, empresa que administra los clubes Atlas y Santos Laguna de aquel país. El primero de ellos es el actual bicampeón de la Liga MX, mientras que el segundo es su ex club, de donde se fue como capitán y referente absoluto.