Tras dos años jugando en el Catania de Italia, a principios del 2015 el central uruguayo, Alexis Rolín, se convirtió en refuerzo del Boca del Vasco Arruabarrena, que buscaba reordenar su defensa luego de las salidas de Mariano Echeverría, Juan Forlín y Claudio Pérez.
Sin pena ni gloria, después de permanecer por una temporada y media, el futbolista terminó su vínculo con el Xeneize con dos títulos locales en su espaldas para recalar en Nacional de su país natal. A casi 8 años de su salida, recordó su paso por el elenco de la Ribera, afirmando que el mismo no fue el mejor.
En diálogo con el podcast “Señores Dejo Todo”, el ex futbolista reconoció que su etapa en Boca no fue la mejor, y que no le trae los mejores recuerdos. “En ese momento sentí que era durísimo. Gente particular, periodistas, un montón de cosas que ya incluso de manera burlona hacía que hasta hace 3 o 4 años me cueste mucho hablar de Boca”, comenzó.
Y siguió contando una particular anécdota con un amigo suyo: “Ahora lo digo tranquilo, pero incluso tengo una anécdota con el Mama Arismendi, que somos muy amigos y él en la casa quería colgar mi camiseta de Boca y le dije que no quería acordarme de lo que me hizo mal”.
Además, confesó que tuvo que recurrir a terapia debido a las críticas que recibió: “Me costó mucho, tuve que hacer terapia y esas cosas, entonces le pedí que colgara mi camiseta del Catania. Él quería tener algo de afuera y entonces terminó colgando la de Catania. Era duro de verdad, prendías la tele y veías que otra vez se lesionó Rolín, que Rolín esto, que Rolín lo otro. Fue duro”.
El paso de Alexis Rolín por Boca
El defensor central llegó al Xeneize en enero del 2015, pero debido a diversas lesiones, recién pudo debutar en mayo de ese mismo año. Durante la temporada y media en la que jugó en el elenco de la Ribera, fue dirigido tanto por Rodolfo Arruabarrena como por Guillermo Barros Schelotto y con ninguno pudo lograr continuidad, por lo que una vez finalizado su préstamo regresó a Nacional de Uruguay.
En total, disputó solamente 15 partidos, en los que no anotó goles ni repartió asistencias. Además, recibió 5 tarjetas amarillas y se consagró campeón de dos títulos a nivel local: la Copa Argentina 2015 y el Campeonato de Primera División del mismo año.