En el Estadio Olímpico de Berlín, en el marco de la final de la Eurocopa de Alemania, la Selección de España se enfrentaba con la Selección de Inglaterra para conocer al campeón continental, y a su vez, al primero de los dos clasificados a la Finalissima que se disputará en 2025.
Con un golazo de Nico Williams en los primeros minutos de la segunda mitad, el seleccionado español se puso en ventaja, y minutos más tarde, a través de Cole Palmer, el elenco dirigido por Gareth Southgate llegó al empate. Cuando todo parecía que la definición se estiraba al alargue, con un tanto polémico, España se puso en ventaja.
Luego de un buen centro al ras del piso de Cucurella por la banda izquierda, Mikel Oyarzabal, que ingresó por Álvaro Morata, se tiró al piso y anticipó la salida de Pickford para definir con el arco en soledad y desatar la euforia de los españoles a pocos minutos del final del juego.
A simple vista, parecía que el futbolista de la Real Sociedad picaba en posición adelantada, y es por eso que mientras que los futbolistas españoles celebraban eufóricamente, el árbitro del encuentro, François Letexier, escuchaba la revisión del VAR para determinar si el gol era legítimo o no.
Finalmente, se determinó que Oyarzabal picó en posición lícita, habilitado por la rodilla de Stones, por lo que el tanto fue convalidado y le dio el tan ansiado triunfo a la Selección de España, que se consagró campeón de la Eurocopa por cuarta vez en la historia, convirtiéndose en el máximo ganador del certamen continental.
Este fue el primer tanto de Oyarzabal en este certamen, y ni más ni menos sirvió para darle un nuevo título continental a su selección, que vuelve a ganar la Eurocopa tras 12 años. Además sigue el predominio en el continente, ya que es el último campeón de la Nations League.