Lejos de lo que había comenzado a rumorearse casi inmediatamente después de la eliminación de Francia a manos de España en las semifinales de la Eurocopa 2024, Didier Deschamps continuará siendo el seleccionador del equipo galo. La confirmación de esta decisión la dio el propio presidente de la Federación, Philippe Diallo.

“Deschamps seguirá. Tiene que seguir cumpliendo su misión”, manifestó en diálogo con L’Equipe el máximo mandatario del fútbol francés, ofreciendo al entrenador todas las garantías para terminar de cumplir el contrato que había prolongado tras perder ante Argentina la final del Mundial de Qatar y al que todavía le quedan dos años de vigencia.

La confirmación del presidente de la Federación Francesa de Fútbol pasa ahora la pelota al propio Deschamps, que probablemente se tomará unos días para evaluar su continuidad. Si decide seguir hasta la finalización del vínculo, habrá estado 14 años al frente del seleccionado.

El arribo del DT que como futbolista integró el plantel campeón Mundial en 1998 se produjo en 2012 y con un vestuario que parecía haberse roto. Dirigió el Mundial de Brasil 2014, en el que fue eliminado en cuartos de final, conquistó el título en el Mundial de Rusia 2018 y disputó la final de la Eurocopa de 2016. En 2021 conquistó la Nations League y un año más tarde disputó ante Argentina la final del Mundial de Qatar.

La Eurocopa le ha sido esquiva a Deschamps como entrenador de Francia.

¿Quién surgió como principal opción para reemplazar a Deschamps?

Como en ocasiones anteriores en que se había puesto en duda la continuidad de Didier Deschamps al frente de la Selección de Francia, no tardó en emerger el nombre de Zinedine Zidane, su compañero en el Mundial de 1998, como principal candidato a reemplazarlo.

Un desgaste evidente

El andar de Francia en la Eurocopa 2024, más allá de lo meritorio de instalarse en semifinales, demostró cierto desgaste dentro de un plantel repleto de figuras. Algunos jugadores, como Mbappé, Griezmann, Camavinga, Tchouaméni o Dembélé no se han visto potenciados en un equipo que careció de sentido colectivo y apostó en exceso a la individualidad de esos grandes nombres.

La continuidad del proceso clasificatorio al Mundial que en 2026 se disputará con sede en Estados Unidos, México y Canadá, y la reacción que pueda encontrar el entrenador en el camino, será crucial para determinar si para esa fecha será Deschamps o será otro quien conduzca al seleccionado galo en el torneo.