Atlético de Madrid está en Lisboa con la delegación argentina completa y amplias probabilidades de que tanto Julián Álvarez como Rodrigo De Paul y Nahuel Molina repitan en la alineación titular para enfrentar desde las 16.00 al Benfica de Ángel Di María y Nicolás Otamendi, por la segunda fecha de la Fase de Liga de la Champions League.
Pero hay en la previa del partido un detalle mucho menos feliz que da continuidad a la polémica que se generó en torno a los ultras del equipo Colchonero que el pasado domingo hicieron que el Derbi ante Real Madrid se viera interrumpido por alrededor de 20 minutos y que sin castigo efectivo hasta el momento también se trasladaron a Portugal.
“Han viajado dos mil aficionados y de ellos, según fuentes policiales, son setenta los pertenecientes a la agrupación Frente Atlético (la más radical). Por lo tanto, mientras se decide la sanción del Comité de Competición al Atlético de Madrid, 70 miembros del Frente Atlético han conseguido entrada y estarán en el Estadio da Luz”, expresó desde Lisboa el periodista Alex Silvestre, de El Chiringuito.
Por otro lado, reportó que Enrique Cerezo, dueño del club que el domingo tras el Derbi había declarado que la del Atlético Madrid era “una afición ordenada”, llegó a Lisboa sin hacer declaraciones sobre la presencia en la ciudad de miembros de la facción más radicar, como tampoco lo hizo Miguel Ángel Gil Marín, asesor delegado del club que en 2014 había prometido expulsar a los integrantes del Frente Atlético y nunca cumplió con su palabra.
Un reto interno
Aunque la directiva del Atlético de Madrid no ahondó en manifestaciones públicas por los incidentes ocasionados por la facción más radical de los aficionados del club, mucho menos por la presencia de varios de estos en Lisboa, sí trascendió que hubo un reto interno hacia el plantel por haber ido a saludarlos tras el Derbi ante Real Madrid.
Según confirmaron desde El Larguero, desde la entidad mantuvieron una conversación con el plantel que conduce Diego Simeone para que no se acerquen de esa manera a los aficionados radicales del estadio y les han hecho saber que ese gesto, especialmente después de lo que había sucedido, no les gustó nada.
La imagen previa de los encapuchados del fondo hablando con Giménez y Koke también generó malestar. La presencia de aficionados con el rostro oculto es otro asunto que el Atlético quiere que no se repita y, para ello, “legislará de inmediato para incluir en su reglamento interno la prohibición de estar en el estadio con la cara tapada”.